Translate

Translate

15.10.06

Y ESTE DOMINGO...

Y este Domingo, durante la Iniciación, se habló entre otras cosas del poder de los nombre Sagrados específicamente de YHVH y....del numero 13 y su estigmatización.
Hoy día, leo en “Pistis Sophia”*(libro 1-39):

“En todas las tradiciones religiosas principales, desde el Cercano Oriente hasta Escandinavia y desde Africa hasta América Central, los folkloristas y antropólogos ven el trece como el signo de la némesis y la muerte. También debe hacerse notar que la muerte es el decimotercer sendero en el Árbol de la Vida místico Hebreo.
En la tradición bíblica Cabalística, sin embargo, el trece representa un poder umbrálico: Jacob fue el padre de doce hijos, con su división mediante los hijos de José en trece tribus. El trece también representa el total de las celdillas verticales y el total de las celdillas horizontales que construyen un cuadrante o “torre vigía”, de los elementos celestiales a través del cual los vigías trabajan con los cuatro elementos: aire, agua, tierra y fuego. Trece más trece hace veintiséis que es el n° Cabalístico del Nombre Divino: YHVH. Si tomamos las Cuatro Letras Santas (4) del Tetragrámaton (donde cada letra es diferenciada) y reconocemos que cada una tiene su propio poder (x 3) trinitario (triple) y agregamos a cada alma recién nacida (+1), entendemos cómo, con el Nombre Divino, reconstruímos el tabernáculo de transformación con la expansión e iluminación de la conciencia que pertenece a YHVH (4x3+1). En sus componentes básicos, es el poder Triple o Trinitario, que representan el despliegue inicial de creación que puede ser agregado a los Diez Sefirot (10) del Arbol de Vida básico, creando un enlace umbrálico, donde Kether inicia por conectar con el nuevo Malkuth que nos permite enlazarnos de regreso a la deidad Trinitaria (3).
En el nuevo testamento, los doce discípulos en conjunción con Cristo siempre portaban un poder colectivo de trece, asociado con los milagros de los panes y los peces, la sanación y la resurrección de los muertos.

Por analogía, las experiencias de iniciación del Nuevo Testamento dan al lector el papel de operar con el “trece”hasta que los poderes y tentaciones de la vida han sido sublimados y perfeccionados con el poder de Cristo. Sin el poder mesiánico de Cristo, el doce está obligado a disolverse en divisiones (6+6) desintegración y muerte. Con la decimotercera posición anexada, se permite a la verdadera Luz de la Deidad ser vertida, el tiempo cede ante la intemporalidad y la mortalidad entra en la inmortalidad consciente.
Finalmente, en la ascensión entre mundos experimentales, el “trece” ilustra como las fuerzas espirituales ganan ascendencia sobre las fuerzas temporales de confusión, y el cuerpo-espíritu reunificado gana libertad al demostrar su poder para pasar a través del Jardín de la Vida, el lugar de nacimiento del alma en el tiempo.
Por esta razón, Sophia y Voluntarioso existen ambos en el Decimotercer Eón. La Voluntad-Propia ha traído la corrupción a estos reinos de existencia, pero Sophia comprende ahora que ella ha de ser una emanación activa para intentar transformar positivamente los doce eones, mediante la introducción y activación de una Fe y Sabiduría superiores.

Así, al evaluar cuidadosamente nuestra vida como un “Libro de Números”, comprendemos que los dos significados del número “trece”apuntan en dos direcciones: una hacia la gloria y otra hacia la némesis.”

* El “Pisthis Sophia”, es un libro gnóstico de las enseñanzas de Jesús Resurrecto a sus discípulos directos; encontrado en 1773 en Egipto, estos libros-códices datan de finales del siglo II y III d.C. y los comentarios son de J.J. Hurtak.
(7) “ejemplifica un evangelio unificado de Cristo Jesús y el Espíritu Santo (como el principio femenino de la Deidad), que juntos manifestarán la Semejanza Divina y la unificarán con la Imagen para nuestra Resurrección. Y por medio de la Imagen y Semejanzas Divinas, experimentamos la verdadera Luz de Gloria....”

en Amor y servicio
Eleonora

No hay comentarios.: